Pero seguí buceando en internet y topé con el fieltro húmedo y comencé a leer todo lo que encontraba, así que acabé comprando lana en vellón y a trabajarla por mi cuenta. Mi primer trabajo fueron unas zapatillas para mi marido y mi hija. No salieron muy bien pero para ser la primera vez no estaban mal.
Me regalaron algunos libros y seguí intentando hacer cosas, una bufanda, una boina para mi hermana (que cuando pueda descargar la foto la dejaré) pero no estaba conforme del todo con lo que hacía, necesitaba que alguien con experiencia me enseñara de primera mano a trabajar esta maravilloso material.
Así que por fin di con la persona adecuada NUNA CONESA, una artista del fieltro y del nuno que daba un curso en febrero de este año de iniciación al fieltro, así que sin dudarlo acudí a él.
Durante las semanas antes de ir no quise ni tocar las lanas que tenía en casa, quería ir limpia y olvidar lo que había leído.
Fue un fin de semana maravilloso, tanto por lo que aprendí como por conocer a una persona maravillosa que es Nuna y al resto de compañeras que acudieron al curso. Volví a casa con un montón de ideas en la cabeza, pero por desgracia no dispongo de tanto tiempo así que aprovecho los fines de semana.
Lo primero que hice fue montarme mi taller. Como el txoko lo tenemos inutilizado desde que tenemos la Sociedad Gastronómica, instalé allí todo mi material y preparé lo más importante, la mesa de trabajo, también llamada piscina.
Aquí os dejo algunas fotos de las cosas que hicimos para luego poder aplicarlo en nuestros proyectos.
Despues de esto me atreví a hacer un pañuelo de seda para regalárselo a mi suegra, pero soy un poco despistada con la cámara de fotos y se me olvidó sacarle una foto, así que en cuanto se la hago la dejaré aquí para que la veais.
Ahora mismo estoy inmersa en la realizazión de unos cojinas para mi nuevo sofá en cuanto estén acabados dejo las fotos.
Muy chulo todo....y muy bonico.Debes de tener un marido muy majo....sigue así y suerte con tus proyectos.
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